ES/SP
Los objetos irreversibles son aquellos que hacen referencia a la incapacidad de retornar. Propongo con esta serie un conjunto de construcciones pictóricas que, aun no perteneciendo al ámbito de lo natural -todos los procesos naturales son de índole irreversible-, se dirigen hacia lo inmutable, hacia aquello en lo que de repente no hay más que silencio. Gran parte de lo que se encuentra sobre el soporte se vuelve estático. Los elementos, tanto aquellos que refieren a la memoria como aquél que se sitúa en solo pintura, quedan atrapados por planchas de papel de seda. El papel es un material que se adapta fácilmente a múltiples estructuras, y en este caso sirve como cobertizo que trata de salvaguardar la superficie escultopictórica. Lo oculto es lo interesante. Lo que subyace no son elementos impostados, que parecen ser- sino que son historias que, aun descontextualizadas, contienen el peso de lo real. Los elementos que me sirven de recurso pictórico se convierten en imágenes fragmentadas, deconstruidas para formar parte de otro universo. Existe una recreación de sensación de asfixia, sobre todo cuando la pintura u objeto cubierto intenta hacerse camino a través de esos pequeños espacios que se forman cuando la tensión elástica del papel no puede más. Aparecen unas grietas que dan respiro. Se crea así un cierto volumen que recuerda a enterramientos que están a punto de descubrirse. Son hechos que de ser excavados apreciaríamos en ellos una pequeña transformación, la que provoca la materialidad superpuesta a ellos. Se podría hablar aquí de estructuras fosilizadas. Así “los enterrados” son acontecimiento a la vez que lo irreversible. Con este trabajo encuentro ciertos momentos de desahogo para la pintura, que a pesar de sentir el peso de sus posibilidades desde hace décadas, sigue dejando haces de luz por la superficie, con su correspondiente sombra, característica que posibilita un estar presente y ser presencia.
EN
Irreversible objects are those that refer to the inability to return. I propose with this series a set of pictorial constructions that, although not belonging to the field of the natural - all-natural processes are irreversible - are directed towards the immutable, towards that in which suddenly there is nothing but silence. Much of what is on the support becomes static. The elements, both those that refer to memory and those in just paint, are trapped by tissue paper plates. Paper is a material that easily adapts to multiple structures, and in this case serves as a shed that tries to safeguard the sculptural surface. The interesting thing is what's hidden. What lies beneath it are not imposted elements, which seem to be- but stories that, even decontextualized, contain the weight of the real. The elements that serve as a pictorial resource become fragmented images, deconstructed to be part of another universe. There is a recreation of the sensation of suffocation, especially when the paint or covered object tries to make its way through those small spaces that form when the elastic tension of the paper arrives to a its limit. Some cracks appear, they give a sense of. This creates a certain volume reminiscent of burials that are about to be discovered. They are facts that if excavated we would appreciate in them a small transformation, which causes the materiality superimposed on them. These could be understood as fossilized structures. "The buried" are an event as well as the irreversible, also have the inability to return. With this work I find certain moments of relief for painting itself when, despite having felt the weight of its potential for decades, it continues to leave beams of light on the surface, with its corresponding shadow, a feature that makes it possible to be present and being presence